Al Sur
Tom
Hoy fui a visitar a Tom
llevaba un traje de látex negro
y, como siempre,
se quedó sentado en un rincón de su jaula
Me habló de muchas cosas
De hombres que le lamían sus pies negros
De otros que buscaban su orto entre la maraña de pelos
y del resto que se paseaba a su lado
deseando
curioseando
morboseando
Yo era uno de ellos
Me dan lástima
me dijo la primera vez
Y a mí no me importó
Porque todos sabemos en el fondo
que nos gusta que nos tengan lástima
Tom habla como si tuviera un piercing en la boca
Pero tiene dos
Tom se ríe alto y fuerte como un perro faldero
Aunque lo que le gusta es que le llamen perra
Tom grita como si lo estuvieran matando
Pero sólo lo han intentado -de verdad- dos veces
Ya no es lo mismo
me cuenta
Antes venían más pibes
Hoy sólo viene viejos zorros
Viejos zorros como él
que tienen lástima de sí mismos
Sólo que más
Tom se queda en su jaula
Y yo me despido
con un beso en su hocico
que sabe a mierda
que sabe a semen
que sabe a sudor de culo
Me alejo y lo dejo en la oscuridad de su encierro
Salgo rápido
No quiero esperar
y verlo
salir por la puerta de atrás
como dicen
con su traje de saco y corbata
Hoy no estoy para espectáculos grotescos
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Nostalgia
el tulipán, las tuberosas,
la pampa dormida en Argentina.
El mirlo, la gaviota. Luis Cernuda, 1931
Palabras, rostros, ojos azules
pupilas negras de mapuches
Latinoamérica, extrañeza, fronteras delgadas
música que es canto y que es historia
Argentina, Buenos Aires, Palermo Viejo
Placita dulce de Cortázar
Allí, donde, cuando, en que
Tu mirada, que es como una risa
que es como una carcajada
Tu voz, que es como un rayo
que es como un sol de primavera
Y tu cuerpo, que es como este viento que tumba estas hojas rojas de este cuerpo que es mío
Aquí, donde, cuando, en que
Mis ojos
Mi boca
Y este cuerpo que sigue siendo mío
Donde, cuando, en que
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Invulnerable
Bañarse en la ducha y pensar en un rayo de luz
verde que lo limpia todo
Rezar siete veces el Padre Nuestro y el Ave María
Cruzar los dedos y pensar que no va a ser
esta vez
No esta vez
O no hay que ser muy espiritual
Lavarse bien con jabón adelante y más atrás
Orinar un chorro, lo suficiente
Dejar que el dolor pase
Y así
Acordarse de él
Recordar sus ojos
La curva de su espalda
El aroma de sus sienes
y esa sonrisa
blanca
fatal
como la muerte
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Un año sin amor
Diario del SIDA, Pablo Pérez
Pablo Pérez me susurró
estaba a dos metros
Y no lo escuché
Pablo Pérez me habló
estaba a un metro
Y no lo escuché
Pablo Pérez me gritó
estaba en mi oído
en mi cabeza
en mis ojos abiertos y cuadrados
Me gritó que un año sin amor
era mucho
y muy poco
Que un mes podía ser mucho
y también muy poco
Que una navaja podía sacarte
el corazón
las tripas
y quizá una lágrima
Y que esa lágrima
fuera de amor
fuera de risa
fuera de pena
fuera de hastío
es
fue
será
Vida
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Un día más
Hoy no soy buena compañía
No para un conocido
¡Hola! ¿qué tal? ¿todo bien? ¡bien!
No para un amante ocasional
el río corre. Y la basura con él
No para mi madre
vuelvo a ser un niño, abrázame
No para mi padre
oh padre hermoso, abrázame
No para un amigo
palabra vacía, palabras vacías
No para mi sobrina
no nena, es una basurita en el ojo
Quizá para mis músculos
me llevan dormidos e impacientes
y yo no les doy rumbo
Quizá para mis intestinos
suspiran y lloran. Y los ignoro
Quizá para mi corazón
a veces no lo escucho
Quizá para mi bazo
a él no lo conozco bien
Sí, para mi bazo
Hoy seré buena compañía para mi bazo
Él me necesita
Un día más
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Lacrima
porque quita el valor y hasta la voluntad de curarse
(E.F. Amiel)
la curva
el seno
Un haz de luz le atraviesa
Es ella inflada, insuflada
revolotea triste
entre la nariz y el cerebro
destilada, centrifugada
para hacer un poco más espesa
la sangre
Se asoma brillante
apenas un horizonte
entre telones rojos
y una extremidad desnuda
Un strip tease
Y cae
La gota recorre, baña
la curva de la mejilla
Humedad
deja rastro
impúdica
No es ella una gota de sudor
descreída, falaz, automática
inconsciente de sí misma
no nace en una piel
ni muere en otra
sin historia
Sigue cayendo
con su olor salobre
Y a cada poro
uno que la desea
uno que la absorbe
Y tiembla
La gota se desplaza
uniforme, hasta el cuello
Es ahora una sombra
de sus años mozos
Su curva deviene en hilo
gozoso, divino, desnudo
sapiente de su destino
soñando con arroyos, con ríos
o con morir en una lengua
atónita
La gota se llena de recuerdos
se llena de espíritu y de fantasmas
ya no recuerda el ardor
que la eyaculó
Una página en blanco
es su última morada
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