<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d4813506198377983787\x26blogName\x3dPorque+absurdo+es+el+mundo\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://porqueabsurdoeselmundo.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://porqueabsurdoeselmundo.blogspot.com/\x26vt\x3d4463778842444311646', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

Porque absurdo es el mundo y otros poemas

Textos escritos desde el 2001 al 2008, en Estados Unidos, Colombia y Argentina; casi todos ellos aguardan en una caja de zapatos, junto a una foto vieja en blanco y negro, y una carta de amor adentro. Están recogidos en diversas antologías nacionales y latinoamericanas: La palabra en boca de eros: Memorias recitales de poesía erótica 2001 - 2007, Imprenta Departamental del Valle del Cauca, 2008; 2017 - Nueva poesía contemporánea, Tomo I, Milena Caserola Ediciones, Buenos Aires (Arg.), 2009; Poca tinta: Antología de ciberpoesía, Editorial Universidad de Caldas, 2012; Muestra poética sexo-género diversa contemporánea e hispanoamericana, Senzala Colectivo Editorial, Caracas (Ven.), 2012.

Sobre el autor

Jacko nació en Sarasota (FL), en terrenos del Imperio, una madrugada de 2001, el año del terror. Nació de la imperiosa necesidad de escribir, no para dejar huella, no para inmortalizarse, si acaso para sobrevivir.
Jacko es el seudónimo de John Alexander Castañeda (1978, Cali, Colombia). Comunicador Social, Universidad del Valle (Cali), y Máster de Periodismo y Comunicación Digital, Instituto Universitario de Posgrados, IUP (Madrid, España). Ha trabajado en periodismo cultural (Periódico Cultural La Palabra, Caliescali.com) y en el medio editorial (Desarrollador de Contenidos web para la Librería Nacional); actualmente trabaja en la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad del Valle, Colombia, y ejerce la coordinación del proyecto de poesía en red LAE/LEA Capítulo Colombia.

Poemario

Al Norte

Gay Pride

Mira cómo vienen de felices los gays por la Avenida
Mira cómo cantan
Mira cómo saltan

Mira a la Mujer Maravilla dar vueltas rápida y caer divertida
Mira a Liza Minelli abrir sus grandes ojos y taconear hasta morir
Mira cómo ríen
Mira cómo juegan

Mira los grandes bigotes y las largas cadenas
Mira el cuero brillar esta tarde de junio
Las nalgas tersas de los hijos de Finland
Pelo, piel, cuero, metal, y el cemento de la calle

Mira las lesbianas en sus Harley Davidson,
Águilas calvas de altas cumbres,
Llevan chaquetas negras y mujeres rubias ondeando sus cabellos de sol
Mira el verano llegar

Mira los gays bronceados cubiertos por hilos dentales cantar It´s raining men
Mira la tormenta llegar
Mira el río crecer

Mira la nube de mariposas alzarse hacia el cielo y perderse
Mira los collares multicolores volar de una acera a otra
Mira el arco iris

Mira aquel hombrecito pálido en brazos de Hulk
Mira cómo se besan las lenguas con los ojos abiertos
Mira cómo brillan

Mira a Priscilla modelar con su traje escarlata
Ella sabe que es la reina
Sólo admírala

Mira al oso fuera de su cueva
(Todavía le hiere los ojos el sol)
Mira su pesado andar
Mira cómo le lame el sudor su cazador

Mira los turistas disparar con sus cámaras de zoológico
Mira sus ojos asombrados de ver lo que creen ver
Mira al mundo gritar

Mira a ese anciano tostado por el sol cargar una poodle blanca de cola rosada
Mira a esa mujer de rostro desnudo empujar un coche donde un bebé parece soñar
Mira al mundo girar

Mira a ese apacible hombre entre la multitud
Mírate a ti
Mira cómo caminas y levantas la mano porque me miras
Yo te sonrío y te miro
Nos miramos y el mundo nos mira

Entonces nos damos cuenta de que el orgullo es cierto
Que no es mentira
Que no es un triángulo rosado de un dólar

Me haces una seña con tus manos
De esas que dicen espérame al final cuando caiga el sol,
Porque tenemos que reírnos mucho, mucho de este día

Yo sonrío y asiento con la cabeza,
Mientras pienso que hace demasiado calor,
Me quito mi camiseta blanca y doy mi pecho al sol.

::


Porque absurdo es el mundo

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el adolescente en su habitación llena de rock,
Porque sabe que su madre ha salido de compras

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el hombre casado en su closet de vestidos oscuros y corbatas de rayas,
Mientras el eco le retumba en los oídos

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el cura en el confesionario
Él en el fondo sabe que los santos son sordos

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el soldado en la batalla;
Ya ha aprendido que en este mundo
las balas siempre se han oído más

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el beisbolista después de un home run,
Cuando la multitud sólo escucha sus propios gritos

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el maestro en el aula,
Cuando la algarabía indica que los alumnos ya aprendieron demasiado de sus padres como para oír ideas nuevas

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el anciano en el asilo,
Pero su voz gastada no significa ya nada para su senil compañero de cuarto

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!

Grita el bebé en brazos de su madre,
Sólo que ella aún no descifra sus sonidos guturales

Pero, en el hogar, en la iglesia, en el estadio, en el aula, en el asilo, en el campo de batalla, alguien escuchó sus gritos

¡Gay!
¡Regay!
¡Requetegay!
¡Supragay!
¡Archigay!
¡Supergay!
¡Supersupergay!

Siempre me parecieron divertidos los superlativos

Porque absurdo es el mundo

::


La foto de mi amante

Observo en el escritorio la foto de mi amante.
Su sonrisa extática, todos los dientes en su sitio,
Un cabello que fulgura por sí solo.
Y unos ojos claros que observan,
yo quiero creer que hacia el futuro.
Yo quiero creer que a mí.
Lleva su sombrero del Jesús College de Oxford,
Paja fina y ribetes verdes
Corbata negra y traje entallado
Tiro largo y camisa 100% algodón
38 hombres para Dios e Inglaterra
cuando 23 años lo son todo
y el mundo más que un hogar
un destino.

Y esa expresión.
Un rictus en sus labios,
el de un hombre que ha amado a otro,
horas antes,
en la oscuridad,
en la niebla,
en el patio de atrás.
Él es de otros tiempos,
de oscuros pasajes y secretos,
de vergüenzas y pasiones encontradas,
de miserias y deseos reprimidos,
de culpas victorianas,
Él es de otros tiempos,
antes de la muralla de piedra,
antes de los orgullos,
antes de los parades.
Él tiene 66 años.

Observo su foto y subo mi mirada
Lo observo a él
sus cabellos canos reflejan la tibieza del sol de la mañana,
sorbe una taza de café colombiano,
me dice que ahora ama todo lo colombiano,
mi cuerpo,
mi languidez de púber tardío.
Camina hasta el jardín y revisa las flores que ayer plantó;
su perra y su jardín son ahora su pasión,
ha aprendido que los animales y las plantas nunca engañan,
y quiere enseñármelo;
quiere ahorrarme sufrimientos.
La traición deja un dolor perenne, me repite, mientras besa el hocico húmedo de Katie;
me lo ha dicho muchas veces,
como un maestro cansado junto al único alumno que le queda.
Teme que yo no haya sido herido,
teme que no haya perdido todavía la inocencia.
Se dirige a su sillón mullido, me dispara una sonrisa y alcanza el New York Times.
Yo lo observo mientras se queda dormido,
y un ronquido se alza,
suave,
libre.

Le veo dormir y sudar.
Veo su frente con arrugas y algo de manchas de sol;
quisiera poder cuidar sus sueños,
quitarle el miedo,
pero sus ojos han visto mucho,
han visto a la muerte pasar frente suyo,
burlándose,
arrebatándole amantes,
amigos.
Ha visto horrores que yo nunca vi,
cielos con los que yo sólo sueño
gente que nunca veré.

Vuelvo a su foto
Y sueño.


Es una fría mañana de marzo.
El césped está corto, (el señor Suttington lo ha cortado el día de ayer).
Corro y mis zapatos negros se mojan con el rocío de la mañana
Corro y no sé hacia donde.
Al llegar al edificio lo entiendo todo.
Entiendo que ya es tiempo;
que nunca debí estar ahí.
Lo llamo a gritos hacia su ventana del college.
Mi voz, como una brisa fría se cuela en su cuarto; me dice que en segundos bajará, para el servicio matutino.
Yo le digo que no hay tiempo, que debo partir, que sólo quiero verle así, desde abajo,
y contemplarlo,
mientras suaves melodías de pianola se fugan de su habitación, e irme.
Poco a poco me irá olvidando hasta dejar de reconocerme, no lo entiende ahora,
pero lo entenderá;
Yo pienso en él, sé que algún día lo veré, muchos años después.
Y nos reencontraremos.
Él habrá envejecido.
Yo tendré los mismos 23 años.
Y no me recordará.
Desde la capilla el reverendo Williams hace tañer las campanas,
una vez más.
una vez más
una vez más
una vez más
.
.
.
.

El reloj antiguo del salón nos despierta
Sus cuatro campanazos erráticos desmienten al sol, todavía en el cenit.
Hace ya varios meses que necesita ser reparado y sólo un famoso anticuario neoyorquino puede con él.
Algunos dicen que es un mago, de los que cumplen imposibles.
Otros dicen que murió.
Pero yo no veo hoy más que mi presente:
Veo a un hombre joven que plácidamente descansa en los brazos de su amante viejo, y sonrío porque no puede ser más perfecto.
Él se sorprende y me pregunta la hora; “Debe ser el mediodía”, respondo. “Aún es temprano, amor, tenemos todo el día por delante”.

::


Peces muertos en la playa

Caminamos en la playa
Él tres pasos atrás
Me detengo, lo espero
10 kilómetros
Una tarde para alcanzar Playa Tortuga
Y el sol pareciera despedirse antes de tiempo
Olvido que el verano está pasando
No veré más el sol de las nueve de la tarde

Seguimos caminando
entre peces muertos
uno gordo
lleno de lombrices
otro largo
con dos huecos donde antes había dos ojos
cientos boqueando
Y una raya gelatinosa que parece moverse
Él me indica que debo tener cuidado:
Si la pisas te puedes envenenar

Yo veo a la raya
Jamás había visto alguna
viva o muerta
Es bella
Tan bella como un animal prehistórico
de la colección de Historia Natural
Pero no le digo nada

Seguimos caminando
La playa está desierta
Nosotros y los peces que murieron esa madrugada
Buscamos un arbusto, nos recostamos
Enlazamos nuestras piernas en medio de la arena gris
Nos besamos como dos adolescentes con los pantalones abajo
y las moscas nos acompañan
Después del banquete chupan la sangre de mis piernas
Nunca me había picado una
Le explico pero no me entiende

Regresamos al carro por el sendero de peces muertos
El sol no quiere vernos más y el olor de los peces se hace insoportable
Apretamos el paso
Él tres pasos atrás
Yo le ofrezco mi mano

He oído que los peces se arrojan a la playa para morir,
Nadie sabe aún la respuesta, le digo
Él me dice que hay plagas en el mar, como en la tierra
Plagas que cada cierto tiempo acaban con miles
Yo me quedo en silencio

Y si hubiera pisado una raya en el mar
qué me habría pasado, pienso
¿Él me seguiría amando?
¿Me protegería?
¿Me cargaría hasta el carro y sanaría mis heridas?
¿Esperaría mi muerte?

En casa llegamos a quitarnos la arena de los pies
No sé cómo limpiarme los piquetes
El agua oxigenada no arde
En el cuarto veo el álbum de fotos
Y recuerdo la foto de Jim, su ex
Él pisó una vez una raya, cuando caminaba en Playa Tortuga con Hans
Un músico de diecisiete años

Nunca se lo perdonó
Pero eso fue hace mucho tiempo
Sé que si alguna vez yo pisase una raya
preferiría saltar
como aquellos peces
hacia la playa
Y morir

Pienso en mis heridas
en los peces
en las moscas
en la luna que los cubre esta noche

::


Hay algo de aterrador en un hombre durmiendo

Hay algo de aterrador en un hombre durmiendo
su respiración corta
su cabeza inerte
su boca seca

Si es de los que duerme boca arriba
el terror aumenta
sus ojos girando
gritando en silencio
muriendo sin luz

Y su miembro volátil
Ensayando la cópula
Lleno de sangre
Lleno de vacía emoción

Hay algo de aterrador en un hombre durmiendo

::

Puedes dejar tu comentario o compartir esta entrada vía del.icio.us usando los enlaces de abajo.
Deja tu comentario | Comparte | Abajo